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Historia del Pisco

D.O

Denominación de Origen del Perú

El Pisco, es una Denominación de Origen del Perú, un fino aguardiente de uva cuya composición física, química y sensorial además del singular lugar donde se cultivan las uvas de características diferenciadas y su tradicional proceso de elaboración de más de 400 años de antigüedad, la convierte en una bebida espirituosa distinguida, exclusiva, única en comparación con las demás bebidas espirituosas del mundo.

NACIMIENTO

De Nuestro Patrimonio Cultural

Fueron los quechuas quienes llamaron “PISKUS” a las aves que habitaban nuestro litoral y ello dio nombre a un pintoresco valle de la costa central del Perú, a un río y a un puerto.
Finas botijas de arcilla fabricadas por hábiles alfareros de la época pre-inca, llamada cultura Pre-Paracas, fueron utilizadas más adelante cuando ya se estableció el Virreynato del Perú, para almacenar el aguardiente de uva y llevadas hacia puertos extranjeros.
Toda esta relación histórica da fe que el nombre Pisco nació en Pisco para denominar así a la incomparable bebida espirituosa del Perú, transparente como el cristal y tan exquisita al paladar.

Las estacas de uvas que desembarcaron en el Perú en el siglo XVI, procedentes de España, se adaptaron fácilmente al clima, tierra y agua de nuestros valles costeños, donde bien cuidadas supieron extender sus incomparables frutos hasta hacerlos propio.

Fue justamente el singular aporte mestizo lo que junto a una enorme y cobriza caldera hizo brotar del corazón de la destilación un extraordinario aguardiente, incoloro y translúcido, con un aroma y sabor sin comparación.
Un antiguo documento encontrado en el Archivo General de la Nación por el historiador peruano Lorenzo Huertas, evidencia hasta hoy la prueba más antigua que el primer aguardiente de uva elaborado en América fue en el Perú, exactamente en la ciudad de Ica, por tal vez el primer productor llamado Pedro Manuel “El Griego” quien en la escritura de su testamento con fecha 30 de abril de 1613, menciona entre la lista de sus
propiedades a “… una caldera grande de cobre para sacar agua ardiente con su tapa e cañón…” y que deja “… más de treinta tinaxas de vurney llenas de agua ardiente…”.

Otra referencia es la escritura de Alonso García de Zepeda, vecino de Ica y dueño de una viña en Quillohay, con fecha 11 de diciembre de 1633, donde refiere tener “…un lagar de madera y una paila de sacar agua ardiente…” y las descripciones de Pedro De León Portocarrero, llamado el Judío Portugués, quien en sus apuntes hechos desde 1609 y 1616 menciona “…fazen mucho aguardiente en el Perú y muy bueno…” Así, existen otras
evidencias de la producción de aguardiente al que, casi un siglo después, se le llamó “Pisco” Según el embajador peruano Gonzalo Gutierrez, en su libro publicado el 2019, refiere textos de antiguos documentos encontrados en el Archivo de Indias de Sevilla, España, gracias al apoyo del historiador peruano Luis Miguel Glave, como la declaración de Don Bernabé Felipe de Aragón, quien en 1726, compró a Juan de Sotomayor más de 150
botijas de Aguardiente de Pisco de buena calidad para “venderlas a la ciudad de Guayaquil y Reino de Tierra Firme”, es decir América central.

Ing. MSc. Lyris Monasterio Muñoz – Máster en Viticultura y Enología

Autora

Ing. MSc. Lyris Monasterio Muñoz – Máster en Viticultura y Enología

Ingeniero en Industrias Alimentarias, Egresada de la Universidad Nacional “Jorge Basadre Grohmann” de Tacna, Perú.